ECM: ¿alucinación o realidad?

¿Son reales las ECM? Una tesis sobre las ECM

El Dr. François Lallier escribió su tesis médica sobre las ECM. Escribió un libro fascinante sobre el tema: «Near Death Experiences – can we really talk about death? En particular, detalla las diversas explicaciones médicas de las ECM. El Dr. Lallier concluye que ninguno de ellos puede explicar todos los componentes de las ECM. He aquí un breve resumen de su obra, que le animo a leer en su totalidad.

Hipoxia

La hipoxia es una disminución del nivel de oxígeno en la sangre y, por tanto, en el cerebro. Esta es la explicación más común hoy en día. Pero no se puede aceptar. De hecho, algunas personas experimentan ECM sin sufrir ningún daño físico. Además, un estudio realizado en personas reanimadas de una parada cardiaca demostró que las que habían sufrido una IME tenían niveles de oxígeno más altos que las que no.

Hipercapnia

La hipercapnia es un aumento del nivel de dióxido de carbono (CO²) en la sangre. Sin embargo, ningún estudio concluyente ha establecido que ésta pueda ser la causa de una ECM. Además, esto no explicaría las ECM en personas físicamente sanas.

DMT

El DMT es una droga poderosa. Sus efectos son similares a los de una ECM: sensación de amor incondicional, visión de seres luminosos y entrada en un mundo misterioso. Según esta teoría, la glándula pineal produce DMT de forma natural cuando la vida corre peligro. Esto llevaría a una ECM. Pero queda por demostrar que la cantidad de DMT producida sería suficiente para desencadenar una ECM. Y, una vez más, esto no explicaría las ECM experimentadas sin ningún riesgo.

Ketamina

La ketamina tiene un efecto anestésico y analgésico. Algunas personas que toman ketamina han descrito visiones que se parecen en parte a las ECM. Se supondría que, en una situación de riesgo vital, el cuerpo produciría una sustancia con efectos idénticos. Pero esta sustancia aún no ha sido identificada. Y, sobre todo, las visiones con ketamina nunca incluyen revisiones de la vida o visiones de seres queridos fallecidos. Por último, no provocan ningún cambio en el comportamiento posterior. Por tanto, esta hipótesis no puede explicar las ECM.

La secreción de endorfinas

Las endorfinas son sustancias anestésicas similares a la morfina. Son producidas por el organismo en caso de dolor intenso o ejercicio físico prolongado. Aportan bienestar, placer y relajación.

La hipótesis es que en situaciones de estrés intenso, el cuerpo produce estas endorfinas. Estimulan la zona del cerebro asociada a las emociones y la memoria. Esto explicaría el bienestar que se siente durante una ECM y la revisión de la vida. Pero esto no puede explicar los demás efectos de una ECM. Y, sobre todo, no la presencia de una o varias entidades durante la revisión de vida.

Anomalía eléctrica cerebral

En esta hipótesis, la ECM se debería a una forma de crisis epiléptica. Pero esto no podría explicar el gran número de ECM que se producen durante una parada cardiaca. Durante esta pausa, el cerebro no tiene actividad.

El aumento de las ondas gamma

Un estudio realizado en 2013 en ratas demostró que cuando se induce una parada cardiaca, 30 segundos después se produce un aumento de un tipo de ondas cerebrales conocidas como ondas Gamma. Entonces la actividad cerebral se detiene para siempre. Los investigadores han llegado a la conclusión de que es este pico de ondas el que produce las ECM. Sin embargo, no se pudo interrogar a las ratas para averiguar si realmente habían experimentado una ECM… Además, esto no explicaría las ECM que se producen fuera de la parada cardiaca.

El hecho de que las ECM no puedan explicarse con los datos científicos actuales no significa que sean alucinaciones. Esto significa simplemente que nuestros modelos son insuficientes para explicarlos y que debemos seguir estudiándolos científicamente. No es el tema de la investigación lo que es científico o no, sino el enfoque utilizado.

La obra de Bruce Greyson

En su libro «After», el Dr. Bruce Greyson señala que el modelo que ve la mente como un producto de la actividad cerebral explica un gran número de fenómenos. Pero no funciona para las ECM. En su opinión, este modelo debe seguir desarrollándose, perfeccionándose y haciéndose más preciso, para poder dar cuenta científicamente de lo que ocurre durante una ECM.

Por el momento, este nuevo modelo no existe. Pero muchos investigadores están trabajando en este tema. Por tanto, podemos esperar la llegada de una nueva teoría de la conciencia que ayude a explicar las ECM.

Una realidad para los experimentadores

Mientras tanto, una cosa es innegable: la experiencia de las personas afectadas es, para ellas, perfectamente real. Lo distinguen completamente de un sueño o una alucinación. Es más, tiene efectos perfectamente mensurables en su psicología.

¿La influencia de los medios de comunicación?

A veces se dice que los experimentadores se ven influidos por las historias de ECM que han leído u oído en los medios de comunicación. Sólo estarían repitiéndolos. Pero los relatos recopilados antes de la publicación del libro de Raymond Moody en 1975 son idénticos en todos los aspectos a los del período posterior. Del mismo modo, esta hipótesis no explica los relatos de IME experimentados por niños muy pequeños. Sin embargo, nunca han oído hablar de ella.

La relación entre el cerebro y la conciencia: un misterio que perdura

En el estado actual de la ciencia, sabemos que la conciencia y el cerebro están conectados. También sabemos que el estado del cerebro influye en esta toma de conciencia. Pero no entendemos exactamente qué está pasando en este sentido. Bruce Greyson explica: «La asociación entre el cerebro y la mente es un hecho. Pero la interpretación de que el cerebro crea la mente no es un hecho científico. Es una teoría desarrollada para explicar esta asociación y cómo funciona».

En condiciones normales, esta teoría funciona. Pero en determinadas circunstancias, como un IME, ya no puede explicar lo que ocurre. Cuando el corazón de una persona se detiene, en un plazo de 10 a 20 segundos no hay actividad eléctrica detectable en el cerebro. La persona se encuentra entonces en un estado de muerte clínica. Sin embargo, entre el 10 y el 20% de las personas en esta situación experimentan una ECM. Es más, algunos de ellos relatan con precisión sucesos que tuvieron lugar mientras estaban clínicamente muertos.

Si la mente fuera simplemente el producto de la actividad cerebral, las ECM serían imposibles. Entonces, ¿cómo se explica lo que ocurre durante un ECM?

¿Es el cerebro un filtro?

Según Bruce Greyson y muchos otros investigadores, la teoría que mejor explica las ECM es que el cerebro actúa como un filtro. Selecciona la información que necesitamos para vivir y bloquea el resto.

La primera metáfora de esta teoría es la de una radio. Selecciona una frecuencia y filtra todas las demás. Si no lo hiciera, oiríamos todos los programas a la vez. Esto produciría una cacofonía imposible de escuchar.

Otra metáfora compara el cerebro con nuestro teléfono. Recibe señales y las traduce en sonidos que podemos entender. Pero no crea estos sonidos, simplemente los hace audibles para nosotros.

Anita Moorjani utiliza otra metáfora en su libro Revenue guérie de l’au-delà. Imagínate que estás en un almacén enorme sin luz y lo único que tienes es una pequeña linterna. Sólo puedes ver lo que está iluminado por su pequeño rayo. Ahora, si alguien enciende la luz, se ve todo el almacén. Descubrirá un mundo que no tenía ni idea de que existiera.

La mente funciona mejor durante una ECM

Muchos experimentadores afirman que sus cerebros funcionaron con una velocidad y capacidad infinitamente mayores durante su ECM. Podían ver, percibir y comprender cosas totalmente nuevas. Después, una vez que habían regresado, recuperaban su capacidad «ordinaria». Sólo recuerdan que experimentaron algo radicalmente distinto, pero no el contenido. Es como si nuestro cerebro puramente humano no pudiera integrar toda esta información. Utilizando la metáfora de Anita Moorjani, es como si se hubiera apagado la luz general y nos hubiéramos quedado sólo con nuestra pequeña linterna.

Casos sorprendentes de lucidez terminal

Esta teoría del cerebro como filtro también ayuda a explicar los casos de «lucidez terminal». Se trata de personas que padecen la enfermedad de Alzheimer. Al cabo de cierto tiempo, sus cerebros sufren daños masivos e irreversibles. Ninguna de sus funciones «superiores», como la memoria o el lenguaje, son operativas, a veces durante años.

Sin embargo, algunas personas las encuentran sólo durante unos minutos o unas horas. La mayoría de las veces en las horas o días previos a su muerte. En ese momento, pueden mantener conversaciones perfectamente sensatas con sus seres queridos, tener un recuerdo completo de su vida y expresar emociones adecuadas a la situación.

Lucidez inexplicable

No hay explicación médica para esta lucidez terminal. La teoría del cerebro como filtro podría explicarlas: habiendo perdido el cerebro su capacidad de filtrar el espíritu, éste podría expresarse brevemente antes de la muerte de la persona.

Además, se han realizado estudios de imágenes cerebrales en personas que tomaban drogas psicodélicas. Demostraron que las experiencias místicas bajo esta influencia iban acompañadas de una reducción de la actividad cerebral. Esto es lo contrario de lo que se esperaba. La explicación tradicional era que estas drogas aumentaban la actividad cerebral, produciendo alucinaciones. Parece que en realidad reducen la actividad cerebral, sobre todo en sus funciones complejas. La teoría del cerebro como filtro implica que esta reducción de la actividad reduce la potencia del filtro constituido por el cerebro. Esto daría acceso a este tipo de experiencia mística.

Argumentos sólidos a favor de la tesis de la conciencia no local

Todos estos elementos concuerdan con la idea de que el cerebro es un filtro para nuestros pensamientos. La variedad de éstas aumenta cuando la eficacia del filtro disminuye o desaparece, como en el caso de una ECM. Como dice el Dr. Larry Dossey, «no somos conscientes gracias a nuestro cerebro, sino a pesar de él».

Esta idea de una conciencia no local y un cerebro que la filtra la resume a la perfección el doctor Pim Van Lommel. En su libro «Conciencia más allá de la vida», este destacado experto en ECM afirma que «la conciencia no localizada no está situada en un lugar o tiempo concretos. Sería una conciencia infinita, que se encontraría en todas partes. Sería en una dimensión no ligada al tiempo ni al espacio, donde el pasado, el presente y el futuro existen al mismo tiempo y son accesibles juntos». Es suficiente para cambiar por completo nuestra forma de pensar sobre el universo.

Esta conciencia infinita existe dentro de nosotros y a nuestro alrededor. Siempre ha existido y siempre existirá. El nacimiento es el paso de un estado de conciencia a otro, como la muerte. A lo largo de nuestra vida, nuestro cuerpo funciona como una interfaz».

La ciencia avanza cuestionando sus hipótesis

Su primer movimiento puede ser descartar la teoría de la conciencia no local como una quimera. Antes de hacerlo, recuerde que la historia de la ciencia está llena de descubrimientos que en un principio fueron tachados de absurdos, pero que sin embargo han cambiado profundamente nuestra concepción del mundo.

A principios del siglo XIX, científicos y médicos consideraban una farsa la idea de la existencia de microbios.

A finales del mismo siglo, un eminente físico estimó que ya no quedaba nada por descubrir en física, sólo medidas que perfeccionar. Unos años más tarde, la física cuántica dio un vuelco a todas nuestras representaciones de la realidad y todo estaba por hacer.

Y la historia está llena de casos en los que hipótesis aceptadas como verdades absolutas fueron completamente abandonadas y sustituidas por teorías que daban mejor cuenta de la realidad en su conjunto.

3 pruebas de la realidad de las ECM

Para mí, que no soy médico, hay tres elementos que me parecen una prueba tangible de la realidad de las ECM:

Visión remota

Muchos experimentadores ven y oyen a personas que están en un lugar distinto al de su cuerpo. A veces es en la habitación de al lado -a menudo la sala de espera del hospital-, a veces a cientos de kilómetros de distancia. Después de despertarse, cuando nos cuentan lo que han visto y lo comprobamos, nos damos cuenta de que es totalmente exacto.

Ni siquiera hablo de los experimentadores que describen con detalle su operación quirúrgica, aunque no tengan ningún conocimiento médico. O leer los nombres en las batas de los cuidadores que han entrado en el hospital después de que empezara la anestesia general.

Porque siempre hay escépticos que dicen que la anestesia no fue completa y que la persona pudo entender lo que pasaba, oír los nombres de los cuidadores, etc. Así que eso no puede ser prueba suficiente, aunque me parezca extraordinario.

Los ciegos ven y los sordos oyen

Experimentadores ciegos o sordos, a veces de nacimiento, ven y oyen durante su ECM. Una vez más, cuando comprobamos sus cuentas, son exactas y precisas. «Una de las cosas más extraordinarias que experimenté en mi IME [a dit l’une d’eux] fue que pude volver a ver. Llevo décadas ciego».

Experiencias coherentes sin actividad cerebral

A diferencia de las alucinaciones o los efectos de ciertas drogas, las experiencias ECM son estructuradas y coherentes. Los experimentadores conservan su capacidad de razonar. Y ello a pesar de que muchos de ellos están clínicamente muertos y sus cerebros ya no funcionan. Para quienes se someten a una ECM durante una intervención quirúrgica, esto es especialmente claro, ya que se les controla. Así que podemos ver objetivamente que sus cerebros no funcionan.

Como no especialista, no veo cómo explicar todos los fenómenos relacionados con las ECM si no es con la hipótesis de que la conciencia no está localizada en el cerebro y que nuestro mundo no es el único que existe. Pero, como todo buen magistrado, sigo abierto a pruebas en contrario…

Para más información:

El libro de François Lallier: https: //www.editionsleduc.com/produit/1657/9791028512637/le-mystere-des-experiences-de-mort-imminente

Bruce Greyson’s: https: //www.editions-tredaniel.com/after-p-9592.html

Página web de Anita Moorjani: https: //www.anitamoorjani.com/

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