Tras el éxito mundial de «La vida después de la vida», Raymond Moody prosiguió su investigación sobre los IME. Ha compartido algunos de los innumerables relatos IME que ha recibido en su libro «Lumières nouvelles sur la vie après la vie». He aquí algunas joyas del libro.
Las personas que entrevisté me dijeron que habían revivido sus vidas en presencia de un «ser de luz». Les preguntó, en esencia: «¿Qué habéis hecho de vuestra vida? Más exactamente, la pregunta parecía ser: «¿Has actuado por amor? Por tanto, tienen una percepción muy precisa y a veces muy intensa de los momentos en los que hablaron y actuaron por amor a sí mismos y a los demás.
Esta revisión de vida ha arrojado una luz completa sobre la motivación de sus actos, sin ningún tipo de ocultación posible. Raymond Moody explica que la gente se sentía desvelada. Era como si se hubieran quitado todas las máscaras y etiquetas tras las que habían escondido sus vidas.
Es esencial subrayar que el «ser de luz» no emitió juicio alguno. Si hubo algún juicio, fue el de las propias personas sobre sus propias vidas.
Nada se olvida en nuestras vidas
Como dijo un experimentador: He descubierto que ni siquiera nuestros pensamientos se pierden. Todos mis pensamientos estaban allí, frente a mí.
También entendemos lo que otros han experimentado a través de nuestras interacciones. Algunas personas incluso han experimentado estar «en la piel» de aquellos con los que han hablado y actuado.
En esos momentos en que se acerca el final, ¿se quitan necesariamente todas las máscaras? Ya no estamos ocultos tras un cuerpo, una identidad sexual, una historia de vida, una profesión, un nivel de ingresos, unas opiniones religiosas, filosóficas, políticas u otras.
Sólo quedan las cualidades ligadas al alma, es decir, el amor y la sabiduría.
Experimentar un IME lo cambia todo
Quienes regresan de esta experiencia sienten un deseo inmenso y urgente de cambiar su modo de vida. Dedicandedican mucho más tiempo y energía a ayudar a los demás y a disfrutar del amor que reciben y dan .
Una objeción que a veces se hace a la investigación sobre las IME es que distrae a la gente de los problemas «reales»: la injusticia social, el calentamiento global y la degradación de la biodiversidad, los conflictos armados, etc. Algunos creen que el interés por las IME es un «opio del pueblo». Como cuando se utilizaba/utiliza la religión para evitar enfrentarse a la realidad y sus dificultades.
Pero no hay contradicción entre interesarse por lo que ocurre después de nuestra vida en este mundo y querer mejorarlo. En realidad, los participantes regresan mucho más motivados para hacer su propia contribución a un mundo más justo y respetuoso con los seres humanos y el medio ambiente. Lejos de distraernos de la realidad, la creencia en una vida después de la muerte nos hace más activos en este mundo.
Más información sobre la vida y obra de Raymond Moody: https: //fr.wikipedia.org/wiki/Raymond_Moody
